El brillo labial que coloreó tu vida
Cuando pasabas por allí, nadie se hacía eco de tu existencia. Tenías un alto grado de invisibilidad y de imbecilidad, que te habías autoimpuesto para desaparecer ante los ojos de los eternos «jueces de la nada». Parecía que nada te importaba de aquel lugar, de aquella gente y siempre volvías la mirada hacia otro lugar …