El poder está dentro de ti, o no

«El poder está dentro de ti».

He decidido empezar poniendo la frase: “el poder está dentro de ti» porque es una frase mundialmente utilizada, en google tiene más de 200.000.000 millones de resultados; y llega por todos los canales: el visual, el auditivo y el sensitivo (corporal-cinestésico o propioceptivo).

Mediante el canal visual, la podemos ver millones de veces escrita; podríamos escucharla otras tantas, y sentirla si se practica de alguna manera alguna técnica que nos aumente nuestro poder, llámese también inteligencia o creatividad o energía física y bienestar.

Empiezo este post haciéndote dos preguntas: ¿qué es para ti el poder?, y ¿dónde sientes tú el poder?.El poder del que yo hablo aquí es el poder real que tenemos: la energía, la capacidad que cada uno tiene utilizando su propia creatividad e inteligencia para definir su propia vida eligiendo lo que quiere manifestar o experimentar con libertad relativa, y repito ¡libertad relativa!.

Si cada uno de nosotros tenemos la posibilidad de manejar nuestra energía como consideremos, ¿por qué muchas veces la malgastamos, la desperdiciamos, la dejamos estancada y perdemos poder?.

Precisamente porque nuestra libertad es relativa, o muy relativa y va en función de nuestra experiencia de vida desde antes de nacer.

En el vientre materno el futuro bebé ya empieza a sentir lo que ocurre a su alrededor, a saber cómo es el contexto en el que se mueve, y al nacer, ya se moverá en función de las supuestas necesidades de su entorno (padres o cuidadores) para cubrirlas sin pensar en las suyas propias porque le va a dar poder que le quieran solamente, y para que le quieran hará lo que los demás esperan de una manera u otra, incluso de manera aparentemente negativa.

Va creciendo y va tomando contacto con el exterior, con otro entorno diferente a su casa, y más tarde tomará contacto con su colegio y continuará queriendo lo mismo: que le quieran, que le acepten. Y para ello tendrá que pasar por muchas pruebas que condicionarán su persona, su personalidad y su poder.

Hasta llegar ahí, podemos imaginar ¿qué le ha dado poder personal o qué le ha quitado poder personal al niño?. Creo que es fácil de imaginar que todo este entramado empieza en la familia y continúa en un contexto educativo y social al que se tiene que adaptar y en el que necesariamente tiene que ser aceptado si quiere ser “alguien”.

Y aquí es donde empieza a actuar el poder de otra manera, un poder que puede derivar en poder personal, poder autoritario, poder posesivo, poder como fuerza física o cediendo poder a otros.

¿En función de qué o de quienes?. Sencillamente porque a una persona se le puede dejar o no espacio para ser, para que ejerza sus capacidades y su creatividad; y en función de esto la frase tendrá un significado u otro, como el título de este post: “el poder está dentro, o no».  Un poder positivo o un poder negativo.

El poder negativo lo ejercerá desde dentro contra los demás ejerciendo la dominación, la fuerza o la posesión; o lo cederá a los demás para ser lo que los demás esperan de él y le quieran como tal y como ellos quieren que sea.

Y el poder positivo lo ejercerá desde dentro a favor de los demás para compartirlo, para inspirarse y para permitir que a través de su poder real, el mundo evolucione conveniente e inteligentemente, pero para eso los demás tienen parte de responsabilidad permitiéndole tener un espacio para que emerja su inteligencia.

Ese poder positivo es el que hay que alimentar constantemente de cosas y personas que nos llenen, que hagan aumentar nuestras capacidades y nuestra inteligencia, esa que es innata y que se alimenta de las huellas que han dejado y dejan otros en función del avance, de la educación y de una sociedad cuya base sean unos valores útiles para todos que nos aporten fortaleza y poder personal.

Por eso abonando ese poder, el positivo, el personal, el que suma puntos… no creyéndote lo que no eres ni lo que eres, sino SIENDO auténtico y creativo, inteligentemnteme creativo.

Eso es lo que te va a dar poder y que nunca te van a poder quitar: la inteligencia, el pensamiento, la sabiduría tuya propia… eso que aprendemos unos de otros, que hace que nos inspiramos unos de otros y entre todos a través de los libros, de la cultura, del pensamiento múltiple, de los encuentros y las relaciones sanas. Por eso, cuanto más alimentes tu propio poder, independientemente de lo que te digan que eres o no eres, más poder adquirirás para conseguir ser, para crear y vivir en consonancia contigo mismo.

Y crear es conectar, conectar todas esas redes neuronales para que se comuniquen entre ellas y te den la forma, la tuya propia.

Entonces, tú ya siendo adulto eliges: «que el poder esté dentro de ti, o no».

creatividad

«Nos levantamos…

«Nos levantamos, seguimos y caemos al mismo tiempo. Forma parte del juego de la vida, una carrera de obstáculos autoimpuestos que vemos magnificados porque no observamos el camino en sí, solo vemos los obstáculos. Si ampliáramos la perspectiva y viéramos todo el camino, caminaríamos en consecuencia y no daríamos importancia a las caídas, que no son más que paradas voluntarias necesarias para observar el camino, pero volvemos a caer una y otra vez simplemente porque no queremos VER. Y la caída nos da una nueva oportunidad, pero la rechazamos y seguimos enfrascados en ella…, y perdemos la oportunidad, y nos perdemos en el camino hasta, a veces, perder el camino y perder el control del juego». Julia Valls

Lo que no se llevará el viento

Es como una sensación de desajuste en el cuerpo cuando te vas, y es que cuando te vas, te llevas tu luz y yo me veo mucho menosEsa millonada de partículas danzando armónicamente junto a ti juegan en el horizonte y revolotean formando un globo color marfil de resplandor incandescente que acaricia las miradas perdidas y las incita a reencontrarse. Y hasta tu vuelta queda eso en lo que coincidimos y que no se lleva el viento mezclado con cafés y tés amargos e intensos, miradas de complicidad y pillería, principios activos con sinergia, sorpresa ante el fenómeno de la vida, y puntos de encuentro en la incomprensión ante la desidia generalizada del momento.

Ahora, con el oído pegado a la almohada y los ojos cerrados dejándome ir, escucho y veo mejor lo que ya está tatuado y no lo borrará el agua ni el tiempo: nuestro aprendizaje, nuestra lucha contra creencias inyectadas de las que seguimos matando virus sueltos rompiendo sus límites a base de besos.

Y qué poco entendemos del sentido de la vida, ¡si mirándola se escapa!.  Entonces,  ¿de qué sirven los desencuentros?. Son como una olla que siempre está vacía porque un agujero hace que pierda el agua…, así es como nosotros perdemos el tiempo.

Los desencuentros con uno mismo, contigo o con el resto. Somos buscadores llenos de desencuentros tal vez porque lo que buscamos fuera ya lo tenemos dentro.

Somos incompletos, como tantas veces decimos y nos vamos completando mientras las nubes son testigos callados de nuestros encuentros, esos que hacen que nos llenemos por dentro, pues lo que aparentemente vemos, es lo que ya está inmerso, pero necesito verte para reconocerme yo ahí dentro y revolcarme entre las sábanas limpias de mi corazón a veces triste y a veces contento.

etiqueta safe creative

El falso poder crea implicados culpables e inocentes

falsa justiciaUn problema del «poder» es tomar la justicia por su mano creando injusticia.
Y un gran peligro es creer tener el poder de saber donde está el bien y el mal para querer controlar a los demás en beneficio propio, sea cual sea, generando continuos falsos juicios «en toda regla» haciendo lo mismo: injusticia.
En ambos casos, la visión distorsionada de una realidad subjetiva obra con supuesto poder en consecuencia de una propia necesidad llena de vacío, creando así muchos implicados tanto culpables como inocentes.
Inquisidores aplicándose un derecho propio y haciéndose pasar por justicieros.
Bueno, tirarse piedras hacia uno mismo es libre, pero lapidar ya es más serio.
La diferencia entre actuar teniendo poder y actuar creyendo tenerlo es el contexto, que cambia.
En ambos casos, ese vacío interior, sigue actuando en un círculo sin fin retroalimentándose de su propia bazofia haciendo responsables a los demás de su propio vacío intentando inyectarles continuamente de eso que tanto les sobra a ellos.
Pero el verdadero poder no es ni lo uno ni lo otro, el poder verdadero es el la fuerza interior positiva que cada uno tenemos y es posible recuperar para llevar a cabo nuestras metas con un corazón limpio respetándose y respetando a los demás y a este planeta que forma parte del gran universo plantando aquí la semilla que luego crecerá para el mejor y más alto bien. Esto no se trata de un bien personal de perspectiva limitada por cataratas adquiridas, se trata de un bien común.
Porque una vida solo tiene sentido si es útil mas alla de uno mismo.
———————————————————————————————
Y os preguntaréis, tal vez, que por qué hoy os hablo así. Bueno, al dedicarme al coaching sistémico, las «implicaciones sistémicas» que se trabajan en el coaching tanto familiar como empresarial, mis clientes, mis vivencias y experiencia me hacen ver y reflexionar. ¿Dónde están la justicia y la injusticia?. Se actúa con injusticia, se vive en ella, se cree en ella entendiéndola y aplicándola como justicia y, además, haciendo halago de ello cuando realmente se está actuando desde el miedo propio para controlar a los demás también con el miedo. ¿Miedo a qué?. Miedo a perder. ¿El qué?. Esa respuesta os la dejo a vosotros porque es muy amplia aunque fácilmente resumible para los expertos en la materia.
Esto es totalmente dañino y crea un continuo desorden excluyente con pérdida continua de aspectos tan importantes como el amor y la libertad, entre otros y resta poder personal, el verdadero poder. Solo desde el poder personal se es capaz de ejercer liderazgo.
Creo que las palabras justicia e injusticia no son las que definen realmente esto, pero así es más entendible.
Recuperemos el orden.

En el silencio están el éxito y la visión

Tren en el campo. Monet

Una mente repleta de trastos viejos y pensamientos imparables produce debilidad y hace que tus defensas bajen y no deja paso a la creatividad.

En el SILENCIO está la CREATIVIDAD, la VISIÓN… y el PARA QUÉ.

Dejar espacio.

 

Imagen| Tren en el campo. Monet

Agradecimiento y humildad para vivir en la abundancia

El AGRADECIMIENTO y la HUMILDAD nos ayudan a

conseguir abundancia y consecución de metas

Una historia real de agradecimiento y humildad

Charles Plumb, era piloto de un bombardero en la guerra de Vietnam. Después de muchas misiones de combate, su avión fue derribado por un misil.  

Plumb se lanzó en paracaídas, fue capturado y pasó seis años en una prisión Norvietnamita. A su regreso a Estados Unidos, daba conferencias relatando su historia y todo lo que aprendió en la prisión.

Un día estaba en un restaurante y un hombre lo saludó diciéndole:

– Hola, usted es Charles Plumb, era piloto en Vietnam y lo derribaron ¿verdad?

– Y usted, ¿cómo sabe eso? -le preguntó Plumb-

– Porque yo empacaba su paracaídas. 

Plum se quedó mudo de sorpresa.

Estando solo Plumb no pudo dormir esa noche, meditando, se preguntaba: «¿cuántas veces vi en el portaviones a ese hombre y nunca le dije buenos días, yo era un arrogante piloto y él era un humilde marinero?».

Pensó también en las horas que ese marinero paso en las entrañas del barco enrollando los hilos de seda de cada paracaídas, teniendo en sus manos la vida de alguien que no conocía.

Ahora, Plumb comienza sus conferencias preguntándole a su audiencia: ¿Quién empacó hoy tu paracaídas…?

  • Todos tenemos a alguien cuyo trabajo es importante para que nosotros podamos salir adelante.
  • Uno necesita muchos paracaídas en el día: uno físico, uno emocional, uno mental y uno energético o espiritual.

A veces, en los desafíos que la vida nos lanza a diario, perdemos de vista lo que es verdaderamente importante y las personas que nos salvan en el momento oportuno sin que se lo pidamos. Dejamos de saludar, de dar las gracias, de felicitar a alguien o aunque sea, decir algo amable sólo porque sí.

Hoy, esta semana, este año, cada día, trata de darte cuenta quién empaca tu paracaídas, y agradécelo. 

A veces las cosas mas importantes de la vida solo requieren de acciones sencillas: una llamada, una sonrisa, un gracias, un te quiero.

GRACIAS a Charles Plum por esta historia.empacar paracaídas

«Toda educación…

«Toda educación surge de una imagen del futuro. Si la imagen de futuro que sostiene una educación es muy vaga, su sistema educativo decepcionará a su juventud». Alvin Toffler.

Fluir o Flow

Tal vez, no sepamos muy bien el significado de la palabra fluir, en algunos escritos o libros nombrada como hoy en día como «flow».

Para cada persona, tendrá una connotación diferente, pero lo que es una realidad es que fluir es permitirse ir en la dirección elegida sin dejar que intercedan los obstáculos internos creados por nosotros mismos y que son nuestra «realidad imaginada» en pensamientos convertida en emociones reales ; ni que tampoco lo hagan los supuestos obstáculos externos de personas o situaciones que nos producen bloqueo o paralización porque el cerebro los llega a ver como imágenes asociadas a estados y situaciones vividas anteriormente.

Tanto las situaciones internas como las situaciones externas no nos bloquean ni nos anulan completamente ni mucho menos, ya que si las observamos detenidamente siempre existe un camino por el que pasar hacia la dirección deseada, tal y como hace el viento frente a las enormes montañas… siempre encuentra el camino para pasar hacia la otra parte con delicadeza o con fuerza, lentamente o rápidamente dependiendo de la necesidad del momento. Sencillamente porque esos obstáculos que vemos son nuestra realidad, pero no son la realidad.

Buscar y encontrar dándote el permiso, tratándote con amor y delicadeza, yendo a favor de ti mismo es fluir.

Esto se aprende y se olvida, se vuelve a aprender y se vuelve a olvidar cuando se queda en mera teoría, pero si se experimenta y se pone en acción hace que esa experiencia entre para siempre dentro de nosotros y marque el fluir que precederá al primero que experimentamos, pues será el que le muestre el camino al siguiente fluir.

Fluir no es no sentir emociones, fluir no es estar siempre alegre, fluir es permitirse llegar a la meta experimentando cada uno de los pasos dados hacia ella.

Da igual con o sin… fluir.

El error es el mejor entrenamiento hacia el éxito

 ¡Te equivocaste!. ¡Fallaste!. ¡Eso no se hace así!.

Eso es lo que nos dicen una y otra vez desde pequeños ante un error en el colegio, en los juegos con los amigos, en el deporte…, con lo cual hemos integrado en nuestro sistema central que NO nos tenemos que equivocar y que «hay que hacer las cosas bien» aunque no sepamos cómo es hacer bien las cosas.

Esto nos lleva a tener una visión engañosa del autoconcepto de uno mismo que, poco a poco, se transforma en distorsionada, denigrante y, a la larga, manipuladora…, pues en base a mis errores, ¿cómo percibo que soy?, ¿cómo valoro mi autoimagen?….

Para pasar a ¿qué me gustaría ser?,  y ¿cómo les gustaría a los demás que yo fuera?. Y ahí empiezan a desestabilizarse las tres variables personales que determinan el aprendizaje: el poder (inteligencia, aptitudes), el querer (motivación) y el modo de ser (personalidad), además del “saber hacer” (utilizar habilidades y estrategias de aprendizaje).

Con ese resultado pasamos a ser adultos con esa visión distorsionada de uno mismo, y de la misma manera afrontamos nuestra vida con la mochila llena de inseguridad,  falta de motivación, depresión..; y vacía de metas y objetivos en la vida a corto, medio y largo plazo, ya que nos dedicamos continuamente a cubrir supuestas necesidades (no reales) hacia uno mismo y hacia los demás.

Y un día, nos paramos a ver la evolución del planeta y nos quedamos atónitos, hemos ido pasando una era y otra y otra, y ahora estamos en la era de la información donde todo funciona de una forma muy rápida, muy virtual y nos quedamos asombrados. ¿Cómo hemos podido pasar de tener que cazar para comer a tener esta alta tecnología en nuestras manos?. Y entonces, podemos pensar: ¡qué mentes tienen algunos!.

¡Ja!. ¡Cuántos millones de errores para llegar aquí!. ¿Eso no lo pensamos?. ¡Cuántas mentes entrenadas en la constancia y centradas en la visión de objetivos!. ¡Cuántas miles de posibilidades han surgido de cada error cuando se ve como resultado, probabilidad y oportunidad de cambio de dirección hacia el éxito!.

En resumen, cuántas personas responsables y comprometidas hacen que esto cambie de dirección cada instante del día.

Cuando una persona esta en búsqueda de un objetivo claro y avanza hacia él con constancia, se ubica a sí misma en situación de OPORTUNIDAD con una razón de ser firme (misión) y un proyecto claro (visión). Y aquí se llega tras muchos errores.

Es época de mejora y de cambio, y como adultos tenemos la responsabilidad de cambiar y de mejorar para llevar ese cambio a las futuras generaciones para que amen los errores y vean en cada uno de ellos miles de oportunidades de aprendizaje y mejora para conseguir el éxito. Solo es cuestión de entrenar.

watch?feature=player_embedded&v=Tz2643pkb6k

La intolerancia nos hace ser reactivos

Muchas situaciones vividas en nuestra vida nos hacen ser reactivos por una carencia de inteligencia emocional que tendríamos que aprender desde niños en el colegio.

Nos volvemos intolerantes a situaciones y personas porque vivimos desde nuestros sentimientos, impulsos o estado de ánimo la actitud de otras personas, y no vivimos desde nuestros valores. Esa forma de actuar o vivir nos hace ser reactivos continuamente, acumulamos puntos negativos por momentos y eso resta valor a nuestra vida.

Las personas reactivas se ven afectadas por el ambiente externo continuamente: si el tiempo es bueno, se sienten bien, y si no lo es, afecta a sus actitudes y su comportamiento.  También afectadas por el ambiente social: cuando se las trata bien, se sienten bien; cuando no las tratan bien, se vuelven defensivas o autoprotectoras. Las personas reactivas construyen sus vidas emocionales en torno a la conducta de los otros, permitiendo que controlen sus actitudes los defectos de las otras personas.

Si nos paramos a pensar, el comportarnos de forma intolerante-reactiva muy a menudo hace que aumente nuestro nivel de estrés, nos volvemos más irritables y nos es mucho más fácil maltratarnos de mil maneras o maltratar a los demás de forma sutil, además con la justificación plena de nuestros actos culpando a otros de nuestra propia actitud. Hay muchas formas de maltrato no reconocidas, y eso es lo que más nos duele a nosotros y a los demás, queremos controlar las reacciones de los otros sin ser capaces de controlar las nuestras.

¿Por qué?. Porque no asumimos responsabilidades, no nos responsabilizamos de nuestra propia vida.

Pues bien, todos nosotros tenemos la capacidad de elegir nuestras propias respuestas. Si lo hacemos pasamos a la parte positiva, y tremendamente útil, pasamos a ser PROACTIVOS. Ser proactivos es ser responsables, y nuestra conducta es una función de nuestras decisiones, no de nuestras condiciones.

Tenemos la capacidad de poder subordinar los sentimientos a los valores. Tenemos la iniciativa y la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan.

Porque, ¿qué significa «responsabilidad»?. Encontramos alusiones a las palabras «responder» y «habilidad»: habilidad para elegir la respuesta.

Las personas proactivas reconocen esa responsabilidad y su conducta es un producto de su elección de forma consciente; se basa en valores, y no es producto de las condiciones ni está fundada en el sentimiento.

También las personas proactivas se ven influidas por los estímulos externos, sean físicos, sociales o psicológicos, pero su respuesta a los estímulos, consciente o inconsciente, es una elección o respuesta basada en valores.

Hay dos frases de dos personas que relatan muy bien esto, una es de Eleanor Roosevelt: «Nadie puede herirte sin tu consentimiento»; y la otra de Gandhi que dijo: «Ellos no pueden quitarnos nuestro autorrespeto si nosotros no se lo damos».Admito que no es nada fácil de acep
tar esto emocionalmente si durante años y años hemos explicado nuestra desdicha culpando a las circunstancias o a la conducta de otras personas, pero hasta que no podamos decir, profunda y honestamente, «soy lo que soy como consecuencia de mis elecciones de ayer», tampoco podremos decir «elijo otra cosa hoy para que cambie mi mañana».

Cuando veas que te has vuelto demasiado intolerante y reactivo, ¡busca el cambio hacia la proactividad, no lo dudes ni un instante!.